Los hechos son bien conocidos: los pelos urticantes de las polillas procesionarias del roble tienen efectos molestos e incluso peligrosos para la salud de las personas. Sus pelos contienen una toxina urticante llamada «thaumetopoeína», que puede provocar erupción cutánea y dermatitis.
Además, la inhalación de los pelos (hasta 600.000 por oruga), puede causar problemas respiratorios y reacciones alérgicas. El contacto de los pelos urticantes con los ojos provoca conjuntivitis. Los ligeros pelos se desprenden fácilmente del cuerpo de la oruga y vuelan cientos de metros por el aire.
La quema de los nidos de seda con un quemador de gas puede hacer que los pelos urticantes se dispersen por una gran superficie, en lugar de destruirlos. Tampoco hay que subestimar el riesgo de incendios, especialmente en periodos secos.
Para eliminar la polilla procesionaria del roble y sus nidos de seda, hay disponibles diferentes modelos de aspiradores.
En todos los modelos, el recipiente colector de material aspirado puede cerrarse de forma segura, sacarse del aspirador y desecharse adecuadamente junto con su contenido. Se garantiza que ningún residuo pueda volver al medio ambiente. Los aspiradores para la polilla procesionaria del roble son compactos, ligeros y aptos para uso móvil.
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